viernes, 17 de octubre de 2014

TEORÍAS DE LA COMPLEJIDAD Y LAS CIENCIAS SOCIALES: Instrumentos para promover conocimiento


La complejidad busca integrar los dos extremos de la realidad en un contexto intermedio para enfrentar la incertidumbre que el entorno muestra dentro de los sistemas complejos en términos sociales, para superar las posturas intensas de la teoría del caos y el orden, a los fines de romper con la polarización entre las dos perspectiva, se trata pues de comprender, estudiar y abordar problemas asociados a una realidad del ser humano, de la sociedad, las instituciones u organizaciones, cuyas características versan en el desorden, desequilibrio, contradicciones, emergencia, coyunturas y demás situaciones abrumadoras, que deben afrontarse desde el ámbito de las teorías de la complejidad como un modelo acreditado notable que aún está en la génesis de su explotación.
Para Rodríguez y Aguirre (2011), se refieren a  “la complejidad, en tanto problema, conjunto de métodos y teoría y, en un sentido más general, como campo de estudios de la ciencia contemporánea, o mejor aún como un paradigma científico emergente…“ De tal manera, que se apoya en las técnicas procedimentales y la diversidad existente de enfoques modernos como un tipo de ciencia nueva que experimentan problemas que involucran a los sistemas abiertos desde el ámbito ontológico: sociedad-ser humano-organizaciones.
Ahora bien, las teorías de la complejidad como ciencia o método, se encuentra en la búsqueda de mecanismos para indagar sobre problemáticas de índole social-organizacional, los factores internos y externos de las instituciones son elementos susceptibles de estar en constante comprensión, análisis, investigación y desarrollo, en aras de promover instrumentos o herramientas de carácter gerencial para que dirijan sus esfuerzos en una atapa evolutiva continua, partiendo de que las ideas de la raza humana son inagotables como el pensamiento complejo del individuo. Para fortalecer lo descrito Morín 1977 citado por Rodríguez y Aguirre (ob.cit) manifestó que: “desde la perspectiva del pensamiento complejo, propone comprender la complejidad en términos organizaciones”. (p.6).
Las bondades que la complejidad provee son infinitas, diversas, transformadora, en correspondencia con la capacidad que tiene el hombre para generar conocimiento inacabable, perdurable y esto hace de la complejidad una fortaleza para fomentar alternativas organizacionales, entendiendo que la sociedad está conformada por sistemas abiertos integrados por individuos que están en constante búsqueda de conocimiento para modificar el statu quo de una determinada situación problema, tal como se puede observar en el gráfico siguiente.

Gráfico N° 1. Problemas de Complejidad Organizada.

Nota: graficado por el Autor. Datos tomados de Weaver (1948).

Las problemáticas existentes en las organizaciones, pueden analizarse desde la complejidad  de los sistemas, como partes o elementos que tienen relaciones entre ellos, interactuando con agentes externos reflexionando desde un nivel epistemológico y metodológico, a la luz de los aportes de las teorías contemporáneas de la complejidad, haciendo énfasis  en la simplicidad, lo organizado o desorganizado, en un ámbito de la teoría del caos (modelo que intenta explicar el comportamiento de sistemas dinámicos) o la del orden (ven a la sociedad como un sistema natural).
En ese orden de ideas, no comparto la corriente que la complejidad sea vista desde una concepción hegemónica, razonando que el termino se refiere a la supremacía de una entidad sobre otra, se trata de dejar que las ideas fluyan y las variables a considerar sean abordadas sin influencias a priori sobre el sujeto u objeto, para evitar distorsionar los resultados sobre lo que se indaga; más bien la concibo como un mecanismo por excelencia para estudiar situaciones concretas con un método y procedimiento.
No obstante, como toda teoría, enfoque, método o modelo tiene sus precursores y detractores, para ello es oportuno mencionar lo que el investigador Mexicano Gershenson (2013), expresó que “la ciencia trata de entender al hombre, buscar verdades…evaluar la validez de las ideas para generar conocimiento”.
En otras palabras, indagar, buscar, revisar, verificar acontecimientos y fenómenos que ocurren para dar consecución a lo desconocido; donde las ideas son inagotables, y a partir de allí el hombre tiene la capacidad histriónica de lograr transformaciones en la sociedad, tal como lo vislumbra la era de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC´s), como lo afirmara la Doctora Madera en la tertulia sobre la complejidad un paradigma para el cambio en el 2008 “…somos hijos de la globalización”.
Igualmente, Rodríguez y Aguirre (ob.cit) indican que “las ciencias de la complejidad se han desarrollado a partir de la formulación de metodologías y técnicas sofisticadas para abordar el estudio de sistemas complejos. Es decir, estas ciencias poseen un poderoso arsenal de tipo técnico instrumental”. (p.10). En efecto, estas ciencias han sentado sus bases con el apoyo de métodos y procesos innovadores que le sean de garantía para investigar un fenómeno, valiéndose de un cúmulo de componentes para alcanzar resultados satisfactorios, tal como se muestra en el grafico N° 2.

Gráfico N° 2. Propuesta del Pensamiento Complejo de Morín.

Nota: Gráfico diseñado  por el Autor. Datos tomados de Morín (1990).

En lo que respecta a la postura que adoptara en la última década del siglo XX Morín citado por Rodríguez y Aguirre (ob.cit), sobre que “…el pensamiento complejo consiste en un replanteo epistemológico que lleva a una nueva organización del conocimiento, tanto a nivel personal como social o institucional”. (p.11).  En consecuencia, se efectúo de lo descrito por Morín un gráfico que recogiera desde lo visual la esencia del pensamiento complejo, relacionándolo con los sistemas sociales a nivel personal, donde comprender las concepciones que tiene consigo el ser humano sobre su interior y lo que le rodea, es un tarea apoteósica, si lo observamos desde la génesis de su existencia, allí las bondades de las teorías de la complejidades nos ofrecen algunos caminos para investigarlo.
De igual forma, encontramos el nivel social, es decir, entender y razonar desde el punto de vista colectivo la conducta de un conjunto de individuos que confluye en un determinado territorio, cada uno de ellos tienen intereses diversos, y que naturalmente la mayoría tiende a decidir los destinos de ese conjunto, aunque tal mayoría se contradiga con la satisfacción de sus necesidades y elevar los niveles de calidad de vida, concibiendo que el fin último de la sociedad es el bienestar para evolucionar y progresar.
Finalmente, el nivel institucional, referido a las actuaciones que las organizaciones desarrollan en el contexto de una sociedad, con el fin de promover un nuevo orden fundamentado desde la epistemología con miras a una prospectiva progresista para cambiar las situaciones actuales problemática por aquellas que beneficien el colectivo.

REFERENCIAS

Gershenson, C. (2013). ¿Qué es la Ciencia? Entrevista Estructurada. Curso de Pensamiento Científico. Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Disponible: https://www.coursera.org. Consulta: 2014, Febrero 27.

Madera, I. (2008). Tertulia sobre la Complejidad un Paradigma para el Cambio. Disponible: https://www.youtube.com. Consulta: 2014, Octubre 6.

Rodríguez, L y Aguirre, J. (2011). Teorías de la Complejidad y Ciencias Sociales: Nuevas Estrategias Epistemológicas y Metodológicas. Nómadas, Revista Científica de Ciencias Sociales y Jurídicas. Universidad Complutense de Madrid. España.

Universidad Yacambú, Vice-Rectorado de Investigación y Postgrado (2007). Normas para la Elaboración y presentación de los Trabajos Especiales de Grado, Trabajos de Grado y Tesis Doctorales de la UNY. Barquisimeto.

lunes, 7 de julio de 2014

ARGUMENTO SOBRE EL PARADIGMA POSITIVISTA



Antes de abordar el enfoque cuantitativo, es relevante describir algunos elementos históricos que intervienen en la doctrina del positivismo, y que versan sobre acontecimientos vigentes relacionados con la denominada Ley de los tres Estados: teológico (creencias), metafísico (intuición) y positivo (hechos). Para dar respuesta al cuestionamiento: ¿Considera que hay temas o áreas (que sólo pueden – o – que no pueden) abordarse a través del paradigma positivista?
Comte a mediados del Siglo XIX en su Discurso sobre el Espíritu Positivo, abordó especialmente el estado teológico, refiriéndose al memorable ejemplo del Filósofo y Científico Francés Nicolás Malebranche que a finales del Siglo XVII manifestó que “el alma es incapaz de producir las ideas ya que, aunque su voluntad es activa, su mente es pasiva. "Nosotros vemos todas las cosas en Dios, porque nuestro espíritu vive en Dios…”.
En efecto, la capacidad que tiene el hombre para generar ideas a partir de la investigación, es un elemento intrínseco de la mente y su manera histriónica de producir conocimiento; sin embargo, cuando nos referimos a la espiritualidad del individuo, la pureza, las creencias, la esperanza y la fe constituyen los valores esenciales que complementan el ideal de la raza humana para mantenerse y sostener sus convicciones en el marco de lo expresado en las Sagradas Escrituras (1569) en Juan 20:29 "…Bienaventurados los que no han visto y han creído".
Asimismo en el libro de Hebreos en el capítulo 11:1 manifiesta que “…la fe es la certeza (sustancia) de lo que se espera, la convicción (demostración) de lo que no se ve”. En consecuencia, el hombre se vale del paradigma positivista a través de la demostración de los hechos transcurrido, la existencia de un ser supremo y de la divinidad que durante muchos siglos han representado la génesis de la humanidad.
Ahora bien, sobre la base de las apreciaciones, percepciones y argumentos anteriores, estimo que este paradigma está fundamentado para abordar temas o áreas puntuales, valiéndose de su método científico y su enfoque metodológico predominante “lo cuantitativo”, para darle validez a la búsqueda de la verdad, partiendo de que la ciencia es inacabable e inagotable como las ideas y la creatividad de los individuos, donde las formas históricas de esta corriente, orienta sus esfuerzos a un nuevo orden social y progresista, con la firme convicción de la comprobación y verificación de los hechos. No obstante, cuando nos referimos a la espiritualidad y eventos sobrenaturales, asociados con la religión, presencia de otra raza en nuestro planeta que proviene de otras dimensiones; es allí que, actúa el estado teológico descrito apoteósicamente por Malebranche y que deja por sentado que no hay verdades absolutas. De tal manera, que la presencia de un ser supremo representa para la especie humana un valor trascendental para la supervivencia.

miércoles, 21 de mayo de 2014

IMPORTANCIA DEL MÉTODO CIENTÍFICO Y SU APLICABILIDAD



Iniciemos estas percepciones y apreciaciones afirmando que uno de los epicentros de la ciencia radica en el intento del hombre por comprender las situaciones que ocurren en el entorno; con el firme propósito de contextualizarlas, documentarlas, entenderlas, describirlas y analizarlas, para generar conocimiento, dando respuestas a las inquietudes y  dudas que a lo largo de siglos y décadas se pregunta el hombre.
Ahora bien, en una entrevista estructurada sobre la ciencia, el investigador Mexicano Carlos Gershenson (2013), se refiere a que “la ciencia trata de entender al hombre, buscar verdades…evaluar la validez de las ideas para generar conocimiento”; en otras palabras, indagar, buscar, revisar, verificar acontecimientos y fenómenos que ocurren para dar consecución a lo desconocido; donde las ideas son inagotables, y a partir de allí el hombre tiene la capacidad histriónica de lograr transformaciones en la sociedad, tal como lo vislumbra la era de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC´s), marcada por fuertes avances entre finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, producto de la inversión de gobiernos y organizaciones privadas en la materia.
Asimismo, la ciencia tiene sus mecanismos para alcanzar sus propósitos, el método científico lo describe Bunge como el “conjunto de procedimientos por los cuales se plantean los problemas científicos y se ponen a prueba las hipótesis científicas”. (p.22). Por lo cual, el método representa el instrumento por excelencia para el investigador, complementa su inteligencia y el arte para generar ideas. 
A continuación se ilustrar en la praxis, la aplicabilidad del método científico, muy particularmente las autoridades educativas del Estado Bolivariano de Miranda (región Venezolana), en la formulación de políticas públicas incluye un programa académico denominado: Plan Integral de Lectura y Alfabetización Social (PILAS), orientado a mejorar las competencias comunicacionales y de lenguaje de los estudiantes, para reforzar la enseñanza de la lectura en 1er grado; garantizar la alfabetización de todos los alumnos de 3er grado; y lograr que todos los estudiantes de todos los niveles mejoren su capacidad de expresarse por escrito y comprender lo que leen.
En ese contexto, luego de dos  años de darle ejecución al referido programa, el Gobierno Regional midió el impacto tanto cuantitativo como cualitativo en el rendimiento de la población objeto de estudio, además de evaluar el comportamiento, quizás hasta ignorando la esencia científica presente en el programa, pero desde el empirismo valiéndose de las bondades que el paradigma cuantitativo y cualitativo ofrece para determinar su alcance, a través de las técnicas e instrumentos de recolección de información; de tal manera, que las prácticas científicas están latentes desde situaciones diminutas como aquellas muy complejas en todas las ramas, sectores y actores de la sociedad.

lunes, 17 de marzo de 2014

Fortalezas del Enfoque Positivista de la Investigación


El enfoque positivista como instrumento válido para darle explicación, a los hechos y experiencias, tiene sus fortalezas fundamentadas en la ciencia misma; más allá de las posturas, apreciaciones y percepciones individuales, su esencia radica en la “observación” como mecanismo para describir, caracterizar y detallar conductas en la sociedades; en efecto, a mi entender este enfoque tiene su majestuosidad por innovar, producir, crear, fomentar experiencias y conocimiento a partir del análisis de los hechos sociales a través de opiniones, ideas, fenómenos, estudios de casos, entre otros, a los fines de solucionar problemáticas concretas que afectan la sociedad.
En ese contexto, la científica mexicana Julieta Fierro expresó en una entrevista estructurada que “la única manera que la humanidad tiene para sobrevivir es la innovación”, es decir, la capacidad que tiene el hombre para generar conocimiento es inagotable, es infinita y esto hace del enfoque positivista una fortaleza para fomentar transformaciones y cambios en la humanidad; como lo describió Comte a mediados del siglo XIX “las ideas gobiernan el mundo”, esas ideas forman parte de las técnicas e instrumentos para dar explicación a los hechos sociales observables que tienen y tendrán vigencia a lo largo de la historia.
Finalmente, mi postura individual frente a las fortaleza del este enfoque, versa dada su naturaleza en sus dos formas históricas: lo social (nuevo orden social) y lo evolucionista (progreso); por ejemplo estudiar los hechos que a finales del siglo pasado y comienzo del siglo XXI han marcado a las naciones de la región latinoamericana en su sociedades, a través de hechos observables que las han transformado, como investigadores cada uno de nosotros a partir de allí juzgará los efectos positivos o negativos que considere.