martes, 13 de noviembre de 2012

Concepción Estratégica de los Recursos Humanos en las Organizaciones Actuales, la influencia de la Cultura y Clima Organizacional en el Rendimiento y la Eficiencia.



El factor humano se concibe como un elemento trascendental dentro de las actividades organizativas; a partir de allí se inicia un estudio minucioso de la representatividad de las condiciones sociales, qué el individuo logra en el entorno laboral; su existencia como un actor social radica, en su capacidad, inteligencia, racionamiento y actitudes para lograr cambios profundos puertas adentros y afuera de las organizaciones; en ese mismo contexto, el autor de origen Japonés, William Ouchi (1981), a través de sus estudios de la teoría z, busco crear una nueva cultura empresarial y su foco de análisis se orientó a “que la gente encuentre un ambiente laboral integral que les permita auto-superarse para su  propio bien, apoyada en los valores de confianza,  intimidad y sutileza”; allí es donde el nivel gerencial juega un papel fundamental, por cuanto ellos son los que mantienen contacto directo con los empleados, la forma de tener un trato adecuado con los subordinados, enmarcado en principios de respeto, solidaridad, corresponsabilidad, cordialidad, confidencialidad y amabilidad, son aspectos que logran transformar las conductas de los empleados a estados positivos, generando sentido de pertenencia e identidad con la filosofía de trabajo de la empresa.

En ese orden de apreciaciones, las grandes cambios que muchas empresas han alcanzado en la actualidad, radica en su incansable disposición para diseñar proyectos, programas o planes de formación, capacitación y adiestramiento continuo y especializado de los recursos humanos, ofreciéndole nuevos conocimiento en diferentes áreas, de acuerdo a la competencia que le corresponde a cada quien en la organización, es decir,  los gerentes no pueden por ningún concepto observar al individuo como un elemento ejecutor de tareas o funciones asignadas día a día, debe ir más allá de esos pensamientos ortodoxos, y más aún cuando la historia ha sido garante en la práctica de lecciones; como la que nos ofreció Ishikawa en los principios de la filosofía de la gestión de calidad, donde la participación de todos, desde los más altos directivos hasta los empleados más bajos, constituyen un factor crítico de éxito, en tal sentido Ishikawa partió del principio que “la calidad comienza con la educación y termina con la educación”, manteniendo su vigencia latente, donde el saber, es el centro de la generación de conocimiento, es una etapa natural del recurso humano y una etapa estratégica para las empresas, pues de allí parten en un alto porcentaje los niveles de rendimiento, productividad y eficiencia.

Por su parte, los elementos que no podemos aislar bajo ningún concepto en las estrategias de recursos humanos, lo constituyen el clima y la cultura organizacional, donde el primero es un aspecto que se percibe como una serie de elementos tangibles e intangibles que forman parte del quehacer empresarial, lo cual ocasiona situaciones positivas, negativos o neutras, donde confluye el recurso humano (relaciones interpersonales), capital estructural (ambiente físico) y relacional; para Rousseau (1988), lo define como “las percepciones que los individuos desarrollan de la convivencia con otros individuos en el ambiente laboral”,  afectando el estilo de gestión, que incide de forma directa en el desempeño de las actividades administrativas, operativas y de comercialización, asociados con la productividad y calidad, factores claves de sobrevivencia, donde la coordinación, dirección, motivación y satisfacción de los trabajadores, son aspectos cada vez más relevante en el proceso gerencial. En segundo lugar tenemos la cultura organizacional, otro factor  que  ejerce  influencia  sobre  el  comportamiento individual  y  colectivo;  se  refiere  a  valores,  normas  y  convicciones  que  comparten  los miembros de una organización, es decir, la conducta que rige las decisiones, sus posturas, sus actitudes, sus pensamientos, sus apreciaciones del ambiente interno de la empresa, lo que sin lugar a duda, influye como una condición sine qua non en el desempeño de la gestión, a través de la evaluación de resultados.