jueves, 17 de diciembre de 2015

RESULTADOS ELECTORALES DEL PARLAMENTO VENEZOLANO EL 6D: una mirada del nuevo escenario político.





Resultado de imagen para logo asamblea nacionalEmpecemos por valorar los resultados de los comicios que configuran el poder legislativo para el periodo 2016-2021, el partido socialista unido de venezuela (PSUV), conjuntamente con las organizaciones políticas que aglomeraron el gran polo patriótico (GPP), alcanzó en términos absolutos 55 escaños en el seno del parlamento, lo cual representa del total de los curules el 33%, con 5.599.025 votos, mientras que la coalición opositora que integran los partidos políticos: primero justicia (PJ), Acción Democrática (AD), un Nuevo Tiempo (UNT), Voluntad Popular (VP), entre muchas otras, denominada mesa de la unidad democrática (MUD) se alzó con 112 diputados que constituyen el 67% del total del legislativo, que ascienden a 7.707.422 de votos.
Estos resultados revelan una decisión contundente del pueblo venezolano sobre el destino de la nación, más allá de incrustarnos en los origines que le dieron la tendencia a favor de la coalición opositora, es un camino de reflexión sobre las valoraciones que hizo el soberano respecto a la gestión que el parlamento saliente realizó durante los últimos cinco años y sobre la actuación del Ejecutivo Nacional en materia económica. Si bien es cierto, que el país atraviesa por una de las más férreas crisis económica y social llámese estructural o coyuntural, esto desde el punto de vista que cada quien estime, los síntomas revelan que hay una enfermedad que atacar en la economía, la cual tiene muchas señales:
En primer lugar, el estado nacional con sus instituciones deben ser garante del cumplimiento de las normas y leyes, refiero esto, debido que la nación carece de memoria en términos económicos, el Banco Central de Venezuela (BCV) debe mostrar a la sociedad los principales indicadores macroeconómicos a los efectos de visualizar hacia donde se dirige el país, pues, por cualesquiera que sean las razones para no publicar cifras, es inefable no hacerlo, genera incertidumbre en la población.
Igualmente, urge promover, fomentar, diseñar e implementar un programa de recuperación económica que abarque la política fiscal (para usar racionalmente los recursos públicos, evitando gastos innecesarios y optimizando su utilización), política monetaria que contrarreste el flagelo de la inflación, en la cual el venezolano pierde poder adquisitivo sobre el valor de la unidad monetaria, que más allá de buscar ajustes salariales casi que trimestrales, se fortalezca la moneda nacional con miras a elevar el nivel de compras para el pueblo; organizar las finanzas públicas con transparencia, evitando discursos vacíos o slogan, un fenómeno que está haciendo estragos a su paso sin muro que lo detenga es la corrupción, adueñándose de los dineros públicos para el beneficio individual (aquí los órganos de control y fiscalización nacional, regional y local deben actuar sin piedad, sin influencias ante el más despiadado de los delitos en las administraciones públicas).
El problema de la nación no es de recursos naturales, es fundamentalmente de planificación, organización, seguimiento, control y evaluación de las finanzas públicas (la gerencia como instrumento de desarrollo y la profesionalización del capital intelectual es la piedra angular para transformar, uno de los atributos de las organizaciones excelentes, es zapatero a su zapato), esto genera que se avance en la ejecución de las políticas públicas para la sociedad en general, donde las demandas son infinitas y los recursos limitados.
Por ello, los resultados obtenidos son el reflejo del rol que cumplió un poder legislativo y que cumple en la actualidad el ejecutivo nacional en el ámbito económico y productivo, donde el pueblo valoró y valora su accionar y en consecuencia buscó un equilibrio en los poderes públicos, qué contrarreste la corrupción desbordada en el gobierno nacional, los gobiernos regionales y locales.
Para contextualizar, en días atrás el Ex-presidente Español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero como acompañante del proceso electoral venezolano, afirmó en el marco de la neutralidad en el ejercicio de la gestion publica: “Separar bien lo que son las instituciones de los partidos, digamos que esto no es solo un problema que yo habría podido ver aquí, pasa en muchos sitios pero hay que procurar esforzarse en eso, en todas las administraciones, en todos los servidores públicos lo sean y parezcan que lo son de todos y para todos y especialmente aquellos que son más importantes en un estado“.
Tanto el gobierno nacional como los actores salientes del parlamento, deben analizar con detenimiento los factores reales que incidieron en el resultado obtenido, sin buscar culpables que justifiquen este revés electoral avasallante, por ejemplo: evaluar la gestión pública general (ministerios, gobernaciones y alcaldías), el modelo de desarrollo económico (desarrollo endógeno, exógeno o economía de puertos), el flagelo de la corrupción (el cáncer actual de la gestion gubernamental), la política fiscal, monetaria y cambiaria; así como también, las figuras que integran el alto buró político del partido de gobierno.
Finalmente, la coalición opositora debe administrar con precisión, la confianza y victoria que el pueblo venezolano por las razones que fueran, depositó en la alianza del cambio enmarcada en la mesa de unidad democrática (MUD), para que lleven las riendas de uno de los poderes públicos electos directamente por el voto popular, que tenga un rol de construir soluciones para enfrentar el momento crítico y convulsionado que atraviesa nuestra nación, evidentemente cumpliendo su función entre las cuales una emblemática es: ejercer el control sobre el gobierno y la administración pública nacional.